La Cámara Federal de Apelaciones
de Resistencia revocó una resolución que había declarado incompetente a la
Justicia Federal para investigar graves denuncias por abuso sexual y
explotación de una menor que involucraría a sus familiares y a personal de las
fuerzas de seguridad por hechos que habrían tenido lugar entre los años 2015 y
2019 en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña.
En una resolución firmada este
viernes, a la que tuvo acceso LITIGIO, la jueza Rocío Alcalá resolvió que el
fuero federal debe continuar con la investigación ante la posibilidad de que
los hechos configuren un delito de trata de personas. Fue al hacer lugar a la
apelación del Defensor Público de Víctimas, Gustavo Vargas, contra la
resolución de la jueza federal subrogante de Sáenz Peña, María Belén López
Macé, quién había declinado su competencia, en sintonía con el dictamen del
Ministerio Público Fiscal, y la remitió a la justicia provincial por considerar
que no se daban elementos para acreditar el delito de trata de personas. En el
ámbito de la apelación, la Fiscalía ante la Cámara Federal adhirió al planteo
del Defensor Público de Víctimas en detrimento del dictamen de la Fiscalía
Federal de Sáenz Peña.
El caso
El caso se inició a partir de una
denuncia presentada en diciembre de 2024 por la tía materna de la niña, quien
relató una serie de eventos ocurridos entre 2015 y 2019. Según su testimonio,
los padres de la menor “M”, junto con su hermana mayor, habrían participado en
actos de abuso sexual y explotación, drogando a la niña para llevarla a
encuentros con diversas personas. La denuncia involucraba a varios familiares y
a miembros de la policía provincial, describiendo una supuesta red de
explotación con grabaciones y fotografías que eran comercializadas.
La jueza López Macé había
considerado que los hechos encuadraban en delitos de abuso sexual de
competencia provincial, que ya se investigaban en otra causa, y descartó la
hipótesis de trata por falta de elementos. Además, fundamentó su decisión en informes
psicológicos que alertaban sobre inconsistencias en el relato y el riesgo de
revictimización para la menor al someterla a una nueva declaración.
Sin embargo, la Cámara Federal
encontró que esta decisión fue prematura. La jueza Alcala destacó la existencia
de múltiples indicadores que apuntan a un posible delito de trata de personas,
de competencia federal exclusiva. Entre ellos, señaló la captación y control
intrafamiliar de la niña, los traslados reiterados a domicilios y hoteles, la
posible connivencia de personas vinculadas a fuerzas de seguridad, la coacción
mediante sustancias y amenazas, y la producción de material audiovisual con
eventual fines de comercialización.
El fallo enfatiza la necesidad de
analizar el caso con una perspectiva de género y de niñez, considerando el
contexto de vulnerabilidad y violencia intrafamiliar. Critica que se haya
descartado la realización de una Cámara Gesell que la propia víctima había
aceptado realizar, ya que su testimonio se considera fundamental para avanzar
en la investigación de manera integral.
Entre sus fundamentos, la
resolución de la Cámara recalcó que “no debe pasarse por alto los manuscritos
de la menor, en los cuales relata sus vivencias y situaciones de amenazas con
armas por parte de sus padres en caso de negarse a ir a los ‘encuentros'”.
En consecuencia, la Cámara Federal
hizo lugar al recurso de apelación presentado por el Defensor Público de la
Víctima –que contó con la adhesión del Fiscal General–, revocó la resolución
anterior y declaró la competencia federal para continuar con la investigación.
Se ordenó devolver las actuaciones
al juzgado de origen para que prosiga con la pesquisa, tomando los recaudos
necesarios para evitar la duplicidad de investigaciones con la causa que
tramita en el fuero provincial.
FUENTE Y FOTOS: Litigio