A contrapelo de la tendencia
nacional, Fuerza Patria tuvo en Chaco su mejor elección desde 2023 forzando el
empate técnico en cantidad de votos. Es tan ajustada la diferencia (4.741 votos
en la categoría Senadores) que los 10.542 sufragios que falta escrutar, o los
datos consolidados del escrutinio definitivo, podrían dar vuelta la elección y
arrebatarle a LLA una banca en la cámara alta.
A lo largo de esta campaña
Capitanich tuvo la virtud de saber callar a pesar de las operaciones de prensa
que lo afectaron como nunca a nivel personal. Pero eso no significa que su
campaña haya sido buena, como no lo fue la de LLA.
A saber, hubo una enorme
desconexión entre las demandas reales de la sociedad y las estrategias
comunicacionales pergeñadas desde los equipos de campaña. Y no me refiero a la
dificultad de “vender” una elección legislativa nacional (provincializarla es
casi una obligación de manual); hablo de la ruptura casi insalvable entre los
líderes y el territorio, donde la cercanía no se solventa con videos de TikTok
ni se circunscribe a tres semanas de campaña. Un gran mérito para achicar esa
brecha probablemente haya que atribuírselo a los intendentes de ambas fuerzas,
pero especialmente a los peronistas, que lo hicieron sin recursos.
Aparte de los miles de millones de
pesos utilizados por Zdero para impulsar la campaña de LLA en redes y medios,
el gobierno hizo una “caja chica” para acicatear el malestar de sectores
díscolos del peronismo, algo que le dio resultado en elecciones anteriores y
también en esta.
Con el diario del lunes, los
números de Vamos Chaco (el díscolo de este turno electoral) demuestran que
Eduardo Aguilar, quien lleva años distanciado de la estructura del PJ, no era
el destinatario de los votos anti-Capitanich financiados por Zdero. Pero
tampoco lo era Claudia Panzardi, que sólo obtuvo una cuarta parte del
porcentaje de votos que conquistó Magda Ayala hace menos de seis meses. A
medida que el calendario se acerca a las próximas elecciones generales, los
votantes rebeldes moderan su indocilidad. O, como se dice en el peronismo,
"se acomodan los melones".
A ojos vista, la celebración
paroxística de Zdero el domingo a la noche fue una puesta en escena tan
desmesurada como intrascendente. La necesidad del gobernador libertario de
seguir pagando sueldos con adelantos de coparticipación ahora choca con un
nuevo obstáculo: Milei ya tiene dos votos propios, y fidelizar los de Silvana
Schneider y Guillermo Agüero sólo será cuestión de tiempo. Cuando eso pase,
Zdero ya no tendrá nada con que negociar.
NÚMEROS DUROS
Para la siguiente comparativa (en
orden cronológico) vamos a manejarnos con los guarismos oficiales publicados
hasta las 4:35 de la madrugada:
GENERALES DE 2023 (73,09% de
participación)
-Juntos por el Cambio, 316.520
votos (46,2%)
-Frente Chaqueño, 286.077 votos
(41,76%)
-CER, 34.595 votos (5,05%)
LEGISLATIVAS PROVINCIALES DEL 11
DE MAYO (52,26% de participación)
-Chaco Puede + LLA, 235.052
(45,65%)
-Frente Chaco Merece Más, 173.302
votos (33,66%)
-Frente Primero Chaco, 58.719
votos (11,4%)
LEGISLATIVAS NACIONALES DEL 26 DE
OCTUBRE (65,27% de participación)
-LLA, 290.745 votos (45,88%)
-Fuerza Patria, 286.004 (45,13%)
-Vamos Chaco, 15.921 votos (2,51%)
Por las variaciones en los niveles
de participación de los tres comicios conviene primero comparar porcentajes.
Mientras el peronismo describió una “√” (41,76%; 33,66%; 45,13%), el
radicalismo hizo una “” (46,2%; 45,65%; 45,88%).
Hay dos guarismos que sí vale la
pena mirar en votos brutos:
1) La categoría principal de cada
elección. Con una menor participación, este domingo el peronismo obtuvo apenas
73 votos menos que en 2023, mientras que el radicalismo perdió 25.775 votos.
2) En la elección de este domingo
ambas fuerzas “perdieron” votos en la categoría Diputados respecto a Senadores:
LLA, 25.647 votos; Fuerza Patria, 32.487, pero en seis de las otras ocho listas
se verifica la tendencia opuesta: todas “perdieron” votos a Senadores.
Este fenómeno podría explicarse
por la combinación de dos factores:
1) Voto útil. La migración
consciente hacia las listas mayoritarias (el panperonismo eligió a Capitanich
en la categoría senadores; el panradicalismo eligió a la lista de Zdero, todo
en desmedro de sus propios candidatos).
2) Confusión con la BUP (Boleta
Única de Papel). El desconocimiento de los sufragantes respecto a cómo marcar
la lista completa habría impactado en la diferencia resultante entre ambas
categorías.
Visto así, LLA y FP “ganaron”
votos en la categoría Senadores, y no “perdieron” en Diputados.
Hay un dato político que también
vale la pena remarcar, porque podría haber cambiado los resultados en las tres
elecciones mencionadas: la fragmentación del voto peronista. En 2023, el 5,05%
obtenido por el CER le hubiera dado el triunfo al peronismo. En mayo de este
año, el 11,4% del Frente Primero Chaco hubiera dejado las cosas empatadas. Este
domingo, el 2,51% de Vamos Chaco hubiera significado una victoria inapelable
para Fuerza Patria.
Un análisis honesto de esa
fragmentación indica que el responsable de la derrota de 2023 no fue Gustavo
Martínez (CER), ni lo fue el 11 de mayo Magda Ayala (Frente Primero Chaco), ni
este domingo Claudia Panzardi (Vamos Chaco). Más allá del “ayudín” de Zdero, un
porcentaje del voto peronista que oscila entre el 2,5 y el 11,4% rechaza a su
principal referente, Jorge Capitanich, y encuentra una vía de escape en
cualquier lista “alternativa”. Pero también se observa la tendencia contraria:
hay un “voto blando” que, no votando enteramente a Fuerza Patria, igual elige a
Capitanich.
En los porcentajes globales, la
pérdida de apoyo electoral del gobierno de Zdero parece irreversible hacia
adelante, porque lo que se plebiscita en cada elección es la calidad de la
gestión, algo que nunca se resuelve cambiando peones en el tablero. Por otra
parte, el rebote de la oposición muestra un camino que, si hace bien las cosas,
podría ser definitorio en dos años siempre y cuando el peronismo logre la tan
mentada unidad del campo popular. El liderazgo para esa nueva etapa quizás se
empiece a esbozar tras las elecciones internas del PJ que tendrán lugar el
próximo 16 de noviembre.
Por Cristian Muriel




